Pasa por la puerta grande
Hay que probarlo por tres razones: es un claro representante del suelo mineral del Valle de Parras, Coahuila, que por lo mismo hace buena mancuerna con la comida mexicana, también porque deja en la nariz los olores a fruta madura de la uva con la que se elabora (100% shiraz) y porque vale cada centavo de lo que cuesta por su cuidadoso camino del viñedo a la botella. La cuarta, que ya está de sobra, es porque es un vino con más medallas que cualquier atleta mexicano.
Su casa: Casa Madero
Pruébalo con: un contundente mole.
De venta en: La Europea $514.