En la tranquilidad de la colonia Narvarte, a escasas dos cuadras de Cuauhtémoc, para ser exactos en Torres Adalid esquina Pitágoras, se encuentra este templo no sólo al pastor, sino a la comida mexicana en general.

La Taquería Don Frank parece un conglomerado de todos los antojos y garnachas mexicanas, y lo mejor de todo son las enormes porciones de los platillos.

Hay quesadillas, tortas, tacos, hamburguesas (se entiende que ésas no son mexicanas), tacos de guisado, huaraches, de pastor, de suadero, de tripa, de cabeza, de bistec, de chuleta, de guisado, de rib eye, de arrachera, gorditas, jugos, licuados, cereales, aguas cocteles… en fin, Don Frank lo tiene todo y de forma exquisita.

Incluso, gran parte de su atractivo es que cuenta con 4 planchas que se sincronizan con gran habilidad para sazonar de forma perfecta los platillos, y mesas, que de por sí ya cuentan con botana muy bien servida al centro (cebollitas y pepinos) y tres salsas deliciosas de chile de árbol, chile seco y guacamole.

El pastor se encuentra perfectamente cocido y su consistencia es perfecta, pues está en el punto medio ideal: suave por dentro y dorado por fuera, todo esto cobijado con una tortilla gordita, hecha a mano, ligeramente frita y suave; pero en sí, ya sea en taco, torta, quesadilla, gringa y especialmente en huarache (el cual viene con queso gratinado, rallado y crema), la boca se les hará agua.

Para rematar, las aguas frescas de horchata, jamaica y en específico la de alfalfa (la cual es especialidad de la casa) les ayudan a refrescar el paladar y salir todavía más contentos y deleitados del lugar.

Precio taco: 12 pesos.