Raúl Aldemar Medina Chirino puede presumir que es el único chilango cuyo nombre y trabajo está en los archivos de la Reina Isabel II, en el Palacio de Buckingham.

Chirino, como le decían sus compañeros, fue el dibujante encargado de diseñar por 55 años los adornos del Zócalo y otras partes de la ciudad, en fiestas patrias, Revolución y Navidad.

Pero también se encargó de hacer un retrato de la reina para recibirla cuando vino a México en 1975. Durante su estancia la reina visitó Guanajuato, Yucatán, Veracruz y Oaxaca.

“Me dicen mis jefes, ‘oye, hazte una figura de la reina Isabel en lo que tú sabes hacer, en alto contraste y que quede precioso y vamos a poner una en Madero (en la CDMX) y otra en Veracruz porque va a llegar en barco”, recuerda Chirino en entrevista con Chilango.

El 28 de febrero de 1975, la reina y su esposo, el Duque Felipe de Edimburgo, llegaron desde Cozumel a Veracruz, en el yate real ‘Britania’. Ahí los esperaba el presidente Luis Echeverría.

La técnica de alto contraste, creada por Chirino, consiste en formar el rostro solo con las sombras que la luz deja en el rostro. Y justo esa parte de sobras formarla con focos que se colocan en paneles metálicos.

Chirino hizo el diseño, se maquilaron los paneles y se llevó todo a Veracruz.

Cuenta que los trabajos para el montaje iniciaron de noche, “para aprovechar la frescura de la noche, porque el calor es tremendo”.

Pero fue ahí cuando surgió un problema. El diseño no quedaba y el encargado tuvo que pedirle que fuera a Veracruz esa misma noche.

Cuando llegó pidió que encendieran la imagen, pero faltaba lo de abajo.

“Faltaban dos hileras de parrillas, porque el diseño se hace como un rompecabezas se va subiendo por partes y se va armando la figura, entonces ellos perdieron las dos partes las dos parrillas tres metros de figura del diseño. Imagínense la barba la tenía en la nariz”.

Entonces tuvo que improvisar. Pidió bajar las parrillas y que dibujaran una cuadrícula en plena calle.

“(…) entonces cuadricularon y de memoria lo volví a hacer porque le dije yo ¿dónde está el dibujo que yo les mandé? ‘ah, pues llovió y se arrugó’.

Así es que tuve que usar mi imaginación, le di una manita de gato a la señora y quedó otra vez”, recuerda Chirino.

El retrato le gustó tanto a la comitiva de la reina, porque era el único hecho con focos.

“(…) sacaron fotos me preguntaron mi nombre me sacaron fotos junto al diseño que hice aparte yo a mano para poder dibujar y está en Buckingham.

“Me dijeron que esto va a estar en los archivos del Palacio donde está su majestad. Así es que existe Raúl Medina Chirino en sus archivos mientras viva la señora o va a quedar como historia ahí”, recuerda.