¿Otro pozolito? Si después del festejo, ahora tienes unos P-dillos estomacales, acá te contamos todo sobre las agruras y abuso de antiácidos.

En nuestro país la comida tiene ingredientes picosos, irritantes y grasosos.

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Aunque son deliciosos, también provocan malestares como ardor del estómago, las agruras y reflujo.

¿Cuando tienes estos padecimientos buscas de inmediato las pastillas para alivianarte?

¡Aguas! Porque utilizar medicamentos sin prescripción médica y en exceso, te puede salir caro.

Esto se debe a que pueden evitar la adecuada absorción de nutrientes, vitaminas y otros fármacos del estómago a los intestinos y la sangre.

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Por eso, es importante saber cuándo y en qué condiciones se pueden tomar.

“El mexicano come mucho chile y ácido (limón), que irritan el estómago; además, ingiere bastantes grasas (crema, fritanga, médula o chicharrón, entre otras) que provoca un vaciado lento del estómago y una acumulación del ácido que ahí se produce; por otro lado, el estrés hace que se produzca más ácido en el estómago y ese exceso de ácido genera las típicas agruras que se controlan con los antiácidos”, dijo Gilberto Castañeda, investigador del Departamento de Farmacología del Cinvestav a Gaceta UNAM.

Toma nota, porque los antiácidos no curan, simplemente ofrecen una capa protectora, sin embargo, el estómago sigue produciendo ácido porque identifica un problema.

Al continuar con la producción de este ácido, se puede agravar la situación con la presencia de úlceras, hemorragias y en personas mayores hasta la muerte.

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De acuerdo con el especialista, el tema de las agruras y abuso de antiácidos se realiza de manera episódica.

Esto quiere decir que si tienes estos problemas por exceso de comida, consumir alimentos irritantes o por estrés, entonces tomas el antiácido, te alivias y ya, es una sola toma.

Pero si las agruras son muy frecuentes, tienes que llevar un tratamiento médico con ciertos antiácidos por alrededor de 14 días.

Si a pesar de ese tratamiento, persisten las molestias debes volver al médico para que te canalice con un especialista. ¡No lo dejes para después!

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