En la historia de nuestro país nunca ha habido una mujer en la presidencia; no sabemos qué cambios ocurirían si esto sucede… pero nos los imaginamos. Total, si las campañas son capaces de presentarnos a los candidatos con imágenes y promesas absurdas ¿por qué nosotros no? Eso sí: intensos, haters y defensores de los derechos de género, mejor absténganse de leer la siguiente nota, esto es humor negro puro y ustedes NO son los lectores en los que pensamos para esta nota. ¿Para qué hacen corajes?

Este texto surgió a partir de la elección a candidata por parte del partido Acción Nacional; se abrió la posibilidad de que nos gobierne una mujer. Con esta nota no pretendemos poner a Josefina Vázquez Mota como una posibilidad sugerida. Nosotros nos mantenemos al margen de las opiniones políticas y simplemente analizamos cómo cambiarían las leyes si seguimos con las promesas absurdas:

1- El seguro popular incluiría la cirugía plástica en sus servicios gratuitos

Qué maravilla, silicones gratis para quien los quiere y narices tipo Verito Castro para quien las considera “estéticas”... (aunque correríamos el riesgo de parecer un país genéticamente parecido a Michael Jackson). Por supuesto, se tendría que establecer un límite, de lo contrario, mujeres como Sabrina y Lucía Méndez acabarían con el producto interno bruto del país.

2- Derecho a una demanda legal a los malos amantes

Qué desperdicio de tiempo y esfuerzo cada vez que nos toca un mal amante. Lo peor del asunto es que no hay a quién reclamarle. Nos quedamos con el coraje y ni modo. Por eso las leyes cambiarían y a quienes no ofrecen buena cama y resultan chafas: carcel. Y si no, que te lo consiga el gobierno.

3- Multas estratosféricas a los novios infieles

Ya no sería tan fácil poner cuernos y eso de “vieja entiéndeme, tuve que ir al teibol por culpa de los clientes”. El chistecito podría salirles en miles de pesos. Los compromisos tendrían que ser reales y aquellos que dicen tener “una líbido muy elevada” tendrían que mantener sus pantalones bien puestos, ningún pretexto sería válido. Eso sí, las mujeres entrarían en el mismo régimen, ni crean que no, coquetas.

4- Los cosméticos se volverían parte de la canasta básica

Así como la leche y los frijoles son básicos para los mexicanos, también los productos de belleza formarían parte de las necesidades esenciales. Las fodongas reconsiderarían cambiar su imagen y agregar un poco de pintura en sus rostros. Por ende, los hombres serían más felices, viendo puras mujeres arregladas a su alrededor.

5- Uniformes más sexies para policías

Una de las primeras decisiones de una mujer presidenta tendría que hacer, es darle un toque más de moda al país. Así que los policías usarían trajes más coloridos, y las mujeres policía minifaldas y escotes. Los elementos masculinos pasarían por un examen de condición física para garantizar cuadritos y pectorales bien firmes. Y las chicas serían el programa piloto del seguro popular (ver punto 1). 

6- Guarderías en las oficinas

Perfectamente justo para todas aquellas mamás que se esfuerzan todo el día por darle una buena vida a sus hijos. La guardería dentro del espacio de trabajo les permitiría estar más al pendiente y cerca de sus bebés. Aunque inevitablemente habría un espacio donde los gritos, llantos y el olor a pañal predominaría. 

7- Días libres en caso de necesitarlos

Las hormonas son tan intensas, que ustedes, hombres, jamás entenderán. Hay ocasiones en que nuestras emociones están tan alteradas que sería mejor no haber ido a la oficina. Nos ponemos de malas o muy sentimentales, otras ni lo sienten (afortunadas), pero el caso es que entre los cólicos y el carácter de montaña rusa sería muy válido quedarnos en casa. Piénsenlo hombres, sería por su bien y el de la economía nacional.

8- Castración a violadores

Esto debería existir con presidenta mujer o sin ella. No es posible que en pleno siglo XXI sigan existiendo hombres como de la época de las cavernas: con reacciones animales “difíciles de controlar”. ¿Se imaginan el daño psicológico que un hombre así puede generar?, completamente irreversible. Por lo que castigar a patanes así no sería ninguna tragedia. 

9- Terapias psicológicas gratuitas para mal de amores

Aunque no lo crean, esto es completamente necesario. Las mujeres somos muy azotadas, necesitamos 50 opiniones sobre nuestros rompimientos. Una terapia psicológica evitaría el desgaste de nuestros amigos y familiares, ayudaría en nuestro rendimiento laboral y nos regalaría tiempo que desperdiciamos preguntándonos tanta tontería.

10- Los problemas se resolverían más rápido (no olviden que las mujeres podemos hacer dos cosas al mismo tiempo)

Mientras los hombres invierten todo su tiempo en una sola actividad, las mujeres hacemos dos. Los asuntos del país se resolverían más rápido (queremos suponer). El único inconveniente sería si llegase a cruzarse un conflicto amoroso en el camino… entonces, los asuntos se prolongarían por meses: “¿Reforma fiscal? hoy no estoy de humor”. 

Venga, opinen ustedes y recuerden: es broma.