Chilango

La Catrina de Posada

Hasta los huesos

Sin importar que mes del año sea, la imagen de La Catrina siempre está en nuestra mente. Ese esqueleto –vestido de sombrero con plumas de avestruz y con una especie de risa burlona en el cráneo– que vemos en murales de Diego Rivera tiene una historia, aquí te la contamos.

La Catrina es obra del grabador José Guadalupe Posada, y su nombre original no es La Catrina sino La Calavera Garbancera. El artista oriundo de Aguascalientes la creó en la época del Porfiriato (entre 1876 y 1911), el también caricaturista usó este personaje para burlarse de aquellos que aunque tenían sangre mexicana se sentían superiores por ser descendientes de europeos (especialmente de franceses y españoles).

De hecho la palabra garbancera (o garbancero) se usaba para identificar a quienes vendían garbanzo. Esta calavera se usó para satirizar a las personas muy pobres o de un nivel económico más bajo que el de los “indios” que se sentían de la alta sociedad. Cof, cof, ya ven que eso ya no ocurre en nuestros días.

https://www.youtube.com/watch?v=VR_hPPV8td8

Y como una muestra de respeto y admiración hacia Posada, el muralista Diego Rivera,  en su “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” le dio a La Garbancera un cuerpo y atributos femeninos, al vestirla con ropa de mujer y una boa de plumas en el cuello.

Con este trabajo, el autonombrado hijo de Posada bautizó a La Garbanera como La Catrina, siendo este último el nombre con el que reconocemos a este personaje.

Después de que Diego Rivera dibujara a La Catrina fue tanto el impacto que tuvo el personaje en la vida del país que se convirtió en la segunda imagen con la que los mexicanos más asociamos a la muerte.