Las comedias estivales de Hollywood se quedaron en la prehistoria con este festival de chistes cojitrancos de cavernícolas de tiempos bíblicos que no despierta mucha risa.
¿DE QUÉ TRATA?
Year One gira alrededor de las hazañas de dos tipos imbécil es: el cazador torpe Zed y el inexpresivo y embrutecido Oh. Cuando Zed es expulsado de su pueblo por comer de la fruta prohibida Oh se une a el para emprender un largo viaje recorriendo muchas millas y atravesando la arena del tiempo. Terminan llegando a la era bíblica donde conocen a gente como Caín y Abel, se convierten en esclavos y de alguna manera terminan en la ciudad prohibida de Sodoma. Tienen razón, no es precisamente el año uno, ¿pero quién esta llevando la cuenta?
¿QUIÉN PARTICIPA?
Quien más sino Jack Black para darle vida a un idiota neandertal, Zed. La verdad es que pudiéramos decir que nació para este papel, y contribuye con suficientes eructos y gases para convencerlo que es un tipo totalmente primitivo. Su acompañante renuente Oh, Michael Cera no se aleja de aquel personaje que viene creando desde Juno, e incluso en su traje de cavernícola proyecta aires del nerd confundido de la secundaria. Y sin embargo su interpretación totalmente desprovista de emoción es lo que salva finalmente este triste esfuerzo. Haber seleccionado a los actores más contemporáneos para esta pieza de época fue una verdadera inspiración. Como personajes bíblicos David Cross, Christopher Mintz-Plasse (Superbad), Vinnie Jones y especialmente Hank Azaria (como el profeta Abraham) hacen todo lo necesario para extraer humor de una mala situación. También participa Paul Rudd – sin crédito alguno – como el condenado Abel para mantener a flote Year One y los escasos minutos de su aparición resultan extremadamente divertidos.
LO BUENO
Incluir al insípido Cera en esta película fue la mejor idea que tuvieron. No es el candidato que se nos hubiera ocurrido ver aquí y resulta enteramente agradable verlo hacer algo en un ambiente que le es totalmente desconocido. Él sí despierta risas genuinas – lo cual es un acontecimiento poco usual en esta mezcolanza.
LO MALO
El director Harold Ramis (Ghostbusters, Stripes) sí que sabe como trabajar con estas situaciones cómicas exageradas, pero no parece saber que hacer con esta. No es suficiente juntar un par de cómicos recubiertos de pieles y herramientas de cavernícolas sin darles unas buenas líneas humorísticas. Los chistes escatológicos tienen un momento en que ya no surten efecto. Year One es de aquellas películas tan insignificantes y olvidables que en cuanto empiecen a pasar los créditos usted ya habrá pegado una carrera para salirse de la sala olvidando de inmediato aquello que lo tuvo en un asiento durante 97 minutos.