¿Por qué?

Bueno, no sabemos porqué. Este cineasta neoyorkino, atormentado por el síndrome de persecución judío y frustrado por todas sus fobias nos parece simplemente genial.

Desde la comiquísima Annie Hall hasta el inesperado éxito de Medianoche en París, Allen sigue reflejando su personalidad, haciendo de sí mismo uno de los mejores personajes que hemos visto.

¿Cómo disfrazarte?

Ve al clóset de tu abuelo y toma un saco que no haya usado hace 30 años. Haz lo mismo con una camisa y un pantalón (no los ajustes a tu talla, así están bien) y consigue esos emblemáticos lentes que seguro venden en cualquier mercado.