Por Jaime @_azrad

El sobresaliente director y guionista iraní Asghar Farhadi (A propósito de Elly, 2009) nos lleva al núcleo del Irán contemporáneo en un trayecto emocional que deconstruye su realidad; con un arte extraño y sutil, la cinta presenta a Nader y a Simin, una pareja que busca el divorcio en medio de una diferencia de opiniones en cuanto al futuro de su hija, Termeh.

Mientras Simin, la madre de Termeh, busca llevarla fuera de Irán, la dominación masculina de la república islámica dará todo el peso a la decisión del padre, con quien Termeh deberá vivir, en compañía de su abuelo demente y la enfermera de éste, en un tenso ambiente que irrumpirá pronto en violencia.

Ésta llega cuando Nader acusa de abuso a la enfermera de su padre, y mientras la rigidez aumenta, Farhadi revela la verdad de su país a través los marcados límites de clase, género y religión que llevan a sus núcleos sociales (como la familia) al borde de la destrucción.

Los actores hacen visible la riqueza encubierta en la profundidad de sus personajes; representan mundos que se ven forzados a ocultar su existencia bajo un confinado régimen que domina la totalidad del entorno. Adentrándose en el dolor de una familia, esta cinta ganadora del Oscar a mejor película extranjera, íntima y universal, tiene algo que decirnos a todos.