Por Oswaldo Betancourt Lozano

Una Loca Entrevista recibió más atención de la necesaria, la reacción de los norcoreanos (que la consideraron una declaración de guerra) logró retrasar su estreno de diciembre del año pasado a febrero (casi dos meses), sin embargo, el revuelo hizo que mucha gente quisiera verla y en Estados Unidos se estrenó en un par de cines y en plataformas digitales, convirtiéndola en un éxito. Ahora que nos llegó, resultó ser lo que todos (los que vivimos fuera de Corea del Norte) esperábamos, una comedia boba sin mayor trascendencia.

Aaron Rapoport (Seth Rogen)es el productor del programa de entrevistas a famosos que conduceDave Skylark (James Franco). El primero, en su búsqueda de hacer periodismo más serio, consigue una entrevista exclusiva con Kim Jong-Un, dictador de Corea del Norte. La CIA decide aprovechar la oportunidad y recluta al par para una misión: asesinar a Kim.

Si viste a Franco y Rogen en Pineapple Express o Esto es el Fin, entonces ya sabes perfectamente por donde va la cosa: bromas tontas, diálogos estúpidos y situaciones ridículas (como meterse un dispositivo en el recto), que da risa si conoces el tipo de comedia que maneja este dúo.

Si es cuestión de ponerle etiquetas, podría decirse que la película se mueve entre la sátira y la caricatura, pero esto aplica para ambos lados, no sólo están burlándose del régimen oriental, también están ridiculizando a la cultura gringa en varios aspectos.