Por Jaime Azrad @_azrad

Gael García Bernal comparte créditos con Kate Hudson en una comedia romántica; desde el póster de Un pedacito de cielo las cosas comenzaron a sonar algo raras, pero decidimos darle una oportunidad.

Nos topamos con un romance en medio de risas y cáncer, una vieja fórmula que intenta renovarse para no sentirse predecible, pero aún no encuentra cómo.

La cinta cuenta la historia de Marley (Kate Hudson), una chica social y rodeada de amigos cuya vida se desmorona al ser diagnosticada con cáncer terminal. Sus problemas se agrandan al enamorarse de su doctor (Gabriel García Bernal), quien la acompañará en la búsqueda de los porqués de la vida y la muerte.

El discurso de la mujer independiente que no se vale de una pareja para ser feliz se vuelve a presentar en este film, pero ahora le toca a la muerte abrirle los ojos a la protagonista para que en medio de reflexiones y una enfermedad terminal, se permita amar y buscar la felicidad en el poco tiempo que le queda.

Los momentos bonitos de la película se sienten un tanto melosos y el tema del cáncer es tan trillado que pocos se conectan con la trama como ésta busca. Se trata de apagar el cerebro y disfrutar por ratos las puntadas que aparecerán de repente en esta historia rosa sobre el espíritu de lucha y su importancia en la vida.

No hay nada en esta historia que la separe del resto del bonche al que pertenece, aunque tampoco pretende destacar y hacerse pasar por más de lo que es. Es bonita, conmovedora (de la manera cursi) y pasa el rato.