No hay quien resista ante el poder seductivo de Twilight. La única desdicha es que habrá que abandonar ese lugar hechizante cuando la película llegue a su fin.
Historia
Con sus novelas, la autora Stephanie Meyer desató un fenómeno: una relación amorosa de vampiros entre adolescentes que dio pie a un culto de seguidores. La buena noticia es que sorprendentemente la película logra la misma fuerza que las novelas lográndose una película hechizante, terriblemente romántica, hipnotizante y entretenida. El núcleo encierra aquellos elementos imprescindibles para desarrollar un drama para adolescentes, y en este caso se trata del amor prohibido. La trama comienza con Bella Swan (Kristen Stewart), la joven de 16 años que tendrá que canjear la asoleada ciudad de Phoenix por el fatídico ambiente gris y frío de pueblecillo de Forks, en el Estado de Washington, donde irá a vivir con su padre. En su nuevo colegio conocerá al increíblemente atractivo pero misterioso clan Cullen incluyendo al elusivo Edward (Robert Pattinson), quien se siente inmediatamente atraído hacia él. Pero lo que ella aun desconoce es que Edward y su familia son un grupo de vampiros que han tomado la decisión de no ingerir sangre humana limitándose a tomar sólo sangre de animales. Además, deben vivir eternamente en la nublada región Noroeste. Para desalentar a una Bella muy interesada en él, Edward le confía su verdadera identidad pero luego él reconoce que Bella es la chica de sus sueños. Este dúo inicia su complicada relación amorosa pero las cosas se tornarán difíciles cuando otro grupo de vampiros cuyo menú no excluye la carne humana coloca a Bella en la mira.
Actuación
Sería una buena idea que Teen Beat prepare su portada de la revista para lucir un nuevo grupo de estrellas que seguramente se convertirán en los ídolos más codiciados por las chicas adolescentes – y probablemente sus madres también. Mostrando un estado de profundo pensar y de misterio, Robert Pattinson hace pensar a James Dean y es totalmente convincente en su interpretación de un vampiro chupa sangre que terminará peligrosamente atraído por una mera mortal. Esa impredecible naturaleza del personaje Edward interpretado por Pattinson resulta irresistible para la atractiva Bella interpretada por Kristen Stewart, cuando ella se va sintiendo mas y mas unida a él a pesar de las tentativas de Edward por desanimarla. Pattinson y Stewart están prendidos por el deseo y la angustia que despierta en la adolescencia y este dúo bien pudiera convertirse en el próximo éxito de taquilla – sobre todo si continúan a realizarse nuevas películas para continuar con la saga Twilight. El clan de los Cullen, encabezados por los padres adoptivos Peter Facinelli y Elizabeth Reaser junto con los demás actores que encarnan vampiros fueron todos elecciones muy acertadas para sus personajes, incluyendo los novatos Ashley Green, Kellan Lutz, Jackson Rathbone y Nikki Reed. La pelirroja Rachelle LeFevre resulta ideal para la malévola vampiresa acompañada por Cam Gigandet y Edi Gathegi como los chicos de su grupo de nómadas vampiros.
Dirección
Y en sus películas anteriores (Thirteen, Lords of Dogtown) la directora Catherine Hardwicke demostró rotundamente que comprende los constantes cambios de humor que atraviesa la juventud. Pero esas películas quedan algo apagadas en comparación con lo que logra despertar en Twilight. Crea una sociedad obscura y escalofriante maravillosa mediante su uso acertado de la cámara y de sus actores principales con sus labios rojos y cuerpos con fuertes cargas de hormonas. Hay que agradecerle eternamente que haya decidido no darle colmillos a estos vampiros. Resulta bastante fácil aceptar a estos vampiros y en manos de Hardwick lo que pudo haber sido otra serie televisiva espantosamente mala logra alcanzar un nivel mas alto creándose una película que agradará no solamente al público objetivo sino que también nos convertirá en genuinos seguidores de esta historia que esperan ansiosamente la continuación en las inevitables películas futuras.