Venga, por fin podremos ver a Mickey Rourke después de su gran actuación en El luchador. Aunque ahora su papel ya no será tan amado como el “The Ram”; ahora él es un asesino a sueldo que debe buscar a un matrimonio. Carmen es una agente de bienes raíces que tiene una vida bastante normal a lado de su esposo que trabaja en la construcción. Sin embargo un día su cabeza tiene precio y son cazados por un matón de la mafia y su compañero, un asaltante de bancos.

Por azares (muy malos) del destino, ella se percata de un crimen cometido por el “Blackbird”, por lo cual decide denunciarlo y esto trae una serie de acciones encadenadas. Para evitar que cualquier cosas fuera de lo común ocurra, el gobierno decide ponerlos en el Programa de Protección Contra Testigos. Total tienen nuevos nombres y se mudan a otro estado (me recuerda el capítulo de Los Simpsons cuando Homero se vuelve por un rato “Homero Thompson”).

Sin embargo, Blackbird es un hombre que no cree en los cabos sueltos, ni en la piedad, así que se encargará de buscarlos junto a su compañero un poco psicópata. El matrimonio de Carmen y Wayne buscará ayuda de todos los agentes que puedan ayudarlos aunque contra el Blackbird su vida correrá peligro a cada instante.