Benjamin Button lo inspirará, una maravilla tecnológica y un triunfo visual.
Historia
Cubriendo un espacio temporal que abarca la primera guerra mundial hasta el siglo 21, el guión cinematográfico de Eric Roth (basado aunque sin excesivo vigor en un cuento que data de 1922 de F. Scott Fitzgerald) cuenta la historia excepcional de un hombre llamado Benjamin Button (Brad Pitt). Nace en Nueva Orleans como un bebe muy anciano, el equivalente de un hombre octogenario que luego envejece al revés para así rejuvenecer con el tiempo durante buena parte de un siglo entero. La historia es contada mediante escenas retrospectivas por la muy anciana y moribunda Daisy (Cate Blanchett), que le relata este cuento a su hija (Julia Ormond) mientras yace en la cama del hospital mientras la ciudad es azotada por el huracán Katrina. Abandonado una noche por su padre (Jason Flemyng) frente a la entrada de una casa de retiro, Benjamin será criado por Queenie (Taraji P. Henson), la administradora del lugar. Durante su estadía conocerá a una joven niña, Daisy, quien se convertirá en una figura clave de su existencia — tanto románticamente como también en muchos otros aspectos. Ben vivirá algunas grandes aventuras: trabajará en un barco, verá batallas navales durante la segunda guerra mundial, encontrará amor en la forma de una mujer mayor y casada (Tilda Swinton) — y gradualmente él se va tornando más joven a medida que las décadas pasan volando. Y el todo en conjunto resulta a la vez hechizante, romántico, cómico, épico, emocional e increíble; una película que lo acompañará durante el resto de su vida.
Actuación
Brad Pitt logra hacer entrega de una interpretación pensativa y sutil logrando traspasar todo el maquillaje de efectos especiales como también las imágenes creadas por computador. Logra transmitir tanto usando sólo sus ojos. Cate Blanchett lo iguala con su divina interpretación de Daisy desde la edad de adolescente hasta que llega a ser una vieja logrando nuevamente igualar a Pitt en la tarea de exitosamente recrear con entera destreza toda una vida. El maquillaje usado para envejecerla luce distintivamente natural y ella resulta particularmente conmovedora en las escenas que comprarte frente a Ormond en el hospital. Henson es sencillamente maravilloso como Queenie, un alma calurosa y comprensiva. Swinton es elegante e inolvidable en sus pocos pero cruciales encuentros con Ben además de sabe sacarle partido a las escenas que realiza junto a Pitt.
Dirección
Un dato interesante es que Benjamin Button lleva varias décadas de gestación en el firmamento hollywoodense en espera de que surgiera la tecnología adecuada que alcanzara sus requerimientos muy particulares. El director David Fincher (Zodiac, Fight Club) quien a principios de su vida profesional paso una época en el estudio ILM de George Lucas, demuestra que fue el perfecto candidato para unir una historia irresistible con los espectaculares efectos visuales. Él se opuso a hacer la película si no contaba primero con la tecnología que le permitiera al mismo actor interpretar el personaje durante toda la película. Increíblemente pudieron lograrlo colocando la cara y los ojos de Brad Pitt en todas las encarnaciones de Ben Button. Hay una secuencia vemos a Pitt tal como lució cuando apareció en la película Thelma and Louise. Realmente se trata de una increíble hazaña. Fincher ha creado un universo único donde no verá ruptura o discontinuidad alguna a la vez que logra llevar el arte de la narración en la pantalla grande a un nuevo y muy alto nivel hasta ahora desconocido. Benjamin Button es una visión melancólica y provocadora de la vida, de la muerte y de lo que hacemos mientras estamos aquí. Y tiene todos los ingredientes para hacernos soñar.