El problema:
Inicia desde el momento en que comienzan a grabar una película y el director tiene la actitud de un general Nazi (bájale dos rayas intenso). Luego todo se complica cuando un tren se estrella en su pueblo y comienzan a ocurrir algunos percances bizarros. ¿Será un alien? Yeap.

La solución:
Estos muchachitos deciden heróicamente vencer al monstruo solitos. Así de sencillo, no hace falta armamento pesado, ni tampoco habilidades físicas, simplemente tener agallas.

La lección:
Nunca, nunca intentes lo que verás en la pantalla en casa. La fantasía-a-la-Spielberg no podría trasladarse nunca a la vida real.