O sea, ¿cómo?
Carrie es una tipa que tiene chingo de
zapatos, vive sola en un departamento en Nueva York, todos quieren con
ella y
tiene cuatro super "amiguis" con las cuales habla de todo, incluso de
cómo
estuvo la faena de la noche anterior con el novio en turno.
¿Por qué esto nos hace odiarla?
Porque ahí tienen ustedes a nuestras
siempre impresionables novias tratando de imitar a Carrie y compañía:
desayunando con sus super "amiguis" todas las mañanas (aunque a la
primera se
peleen y se manden al diablo), obligándonos a comprarles zapatos
caros y
siendo "fabulosas" las 24 horas del día. Pero lo peor, esta serie puso
de moda
el martini, otra bebida de hombres rudos como James Bond ("shaken, not
stirred") ahora ya todas quieren tomar martinis. Chicas: cuidado, se ven
bonitos, pero los martinis pueden ser letales, o acaso ¿ya se les olvidó
como
salieron gateando del antro la última vez que pidieron dos Cosmo?