Por Oswaldo Betancourt L.

Acción y amor mezclados con robos,arrancones ytraiciones son las características de esta película española.

Es una película muy palomera con la que se te va un rato de tu vida frente a la pantalla. Una trama sencilla pero con un par de complicaciones que le dan diferentes matices y la hacen lo suficientemente interesante para engancharte.

Ari (Adriana Ugarte) se liga a un güero ricachón en un antro, más tarde están en la casa de él y, de repente, dos tipos entran a robar. Es el modus operandi de este trío de ladrones que están a un golpe de retirarse, pero su siguiente víctima (Álex González) no caerá tan fácil, le va a mover el tapete a Ari y Navas (Alberto Ammann), su novio, aprovechará esto.

Esta historia se desarrolla en medio de carreras ilegales que, con todo y sus limitaciones, no le piden nada a Rápido y Furioso y tampoco debe compararse con ésta ni considerarla una versión española. Rompiendo límites (también conocida como Combustión) tiene su propia personalidad; los carros son una chulada y lucen bastante.

Algo superficial, que a algunos puede interesar, es la escena del cachondeo, es breve y no es tan explícita, pero las pupilas de todos van a gozar esta parte de la cinta.

La fotografía es buena y se disfruta no sólo en las escenas donde queman llanta, sino en general, como en la fiesta con rayos. La música no está nada mal, Carlos Jean compuso la música, canciones que cuadran muy bien con las escenas, seguro muchos van a buscar el soundtrack.

Un detalle en su contra es que por momentos el acento español puede ser incomprensible, pero no es algo que te impida ver la película.

Buena para pasar el rato, no decepciona.

[DA CLIC AQUÍ para leer la entrevista que le hicimos a Adriana y Diego Calparsoro,el director]