Por Oswaldo Betancourt L.

Jaume Balagueró está nuevamente al frente del timón para sepultar (¿o no?)de una buena vez esta ahora tetralogía que tuvo más vida de la que merecía.

Si bien esta cuarta parte no es tan mala como Rec 3: Génesis, (considerada por muchos la peor de la saga) tampoco alcanza el nivel de la primera entrega, aunque eso sí, recupera varios elementos de sus antecesoras, como el efecto de la tensión producida por el espacio confinado (todo sucede en un barco); y el factor animal vuelve a cobrar importancia.

Quizás el mayor acierto es el regreso de Ángela Vidal (Manuela Velasco), el personaje más importante y la única superviviente del edificio. La ex reportera despierta encerrada en un buque en alta mar, donde hay un laboratorio con otros pacientes y en el que las cosas vuelven a tomar el mismo rumbo.

El maquillaje, las actuaciones, la escenografía, la película tiene todos lo necesario para ser una buena película, salvo el guión que no termina de convencer. Ademas quedan muchas, muuuchas dudas en torno a esta historia, y aunque supuestamente es el fin, no se siente así, no sólo porque falta un cierre, sino por un cabo suelto que nos muestran exactamente en la última escena.

Veredicto: No es tan decepcionante y te hace apretar la quijada de repente (por la tensión).

Pilón: Si no quedaste satisfecho, puedes echarle un ojo al cómic Rec: Historias inéditas, en donde vienen un pequeños relatos ilustrados por diferentes artistas.