¿Por qué nos gusta? La segunda película de Quentin Tarantino nos dejó claro el estilo estético-agresivo que tanto le gusta, pero nos sorprendió con un guión bastante acertado y personajes excelentemente construidos. El trabajo en medio de la mafia y los límites entre el bien y el mal siempre se están mezclando con la doble moral de nuestra sociedad, y todos sufren por eso.

¿Le creemos? No.

¿Por qué? Porque no es su propósito convencernos de la realidad de los sucesos, sino manejar nuestra tensión con gran efectividad a través de un mundo bastante torcido, en el que lo kitsch, la cultura pop y la superficialidad se mezclan para ejemplificar las enfermedades sociales que afrontamos.

¿Qué otras películas se les ocurren?