Si le tenemos miedo a los tiburones, el cine ha sido culpable en gran parte. El primer blockbuster del mundo, la cinta de Steven Spielberg Tiburón, provocó gran parte de este miedo colectivo.
Pero esto es una falacia, según la revista National Geographic, es más fácil que mueras por una gripe que por un ataque de tiburón. Las probabilidades de esto son 1 en 63 de morir de gripe, contra 1 en 3,700,000 que mueras por el ataque de un escualo. Es mucho más probable que mueras por un mosquito, un hipopótamo o por un venado que por el ataque de un tiburón.
Eso si, no es tan cinematográfico una historia de un venado asesino contra misma pero de un tiburón blanco. Los tiburones son grandes actores, tanto en malas como en buenas películas.
Próximamente veremos otro de estos personajes en la pantalla grande con la cinta Miedo profundo, del director español Jaume Collet-Serra, pretexto ideal para hacer un recuento de las peores y mejores escenas de estos misteriosos monstruos marinos.

El primer ataque en Tiburón

Esta primer secuencia es la que provocó pánico a muchas generaciones por meterse a nadar al mar y además, nunca se ve al tiburón, algo que hizo Steven Spielberg con maestría. Esto y la música de John Williams, quien con solo la variación de dos notas, logró crear un mayor terror, como lo que es un ataque de un tiburón.