Encuentro explosivo
Por: Josue Corro
Al menoshay algo honesto desde que ves el póster de la película: sí, es una cinta deacción; sí, hay una persecución en motocicleta; sí, hay toros; sí, Tom Cruisees una versión más ligera de Ethan Hunt... y sí, Cameron Díaz la hace de CameronDíaz.
Y no séustedes, pero a mí francamente, Cameron Díaz en su papel de ingenua, graciositay "encantadora", ya me tiene un poco cansado. Es increíble que durante años (yaños que a ella le han caído bastante mal) aún pueda engañar al público con su sonrisa(ahora llena de botox) y su actitud de comediante seductora. En esta película llevaesta fórmula a la perfección como June, una joven soñadora y naive, cuya vidaamorosa y personal es un desastre. En un viaje de negocios conoce a un hombre,Roy Miller, en el aeropuerto. Después de un flirteo en el avión, Roy seenfrenta a un puñado de pasajeros que intentan asesinarlo, y aterriza la nave.June entonces se enfrente a una disyuntiva: seguir a este hombre misterioso oirse a su casa y olvidar este embrollo.
Corte a:
June aparece en su casa dormida.
Minutos después es interceptada por unosagentes de la CIA para averiguar información sobre Miller. Y en esta escena, por fin arranca lo interesante dela cinta: Tom Cruise rescata a Cameron de estos hombres en una secuencia deacción aceptable, con explosiones, persecuciones y diálogos semi-románticos. Estacombinación es la que va a reinar todo el film, una pizca de adrenalina, y otrade cursilería. El problema es que ninguno de estos dos ingredientes logra cuajar, y sequeda a medias, como un producto que nunca maduró y permanece en un estadoincompleto. Tom Cruise no explota sus habilidades atléticas o marciales (y paralas cuales es bastante dotado, sólo basta recordar sus trabajos en Misión:Imposible o Colateral) y en ocasiones parece un pequeño títere que el 60% deltiempo se la pasa corriendo, el 20% ensayando coreografías bien montadas que noparecen peleas que se efectuarían en la-vida-real, el otro 20% dispara al airecomo si jugara Duck Hunt.
Desafortunadamentelas escenas que se veían más interesantes nunca las vemos en pantalla, porquelas batalles peligrosas nos la cuenta el personaje de Tom Cruise, pero no lasvemos. La razón: para evitar que June se enfrentara a estos "peligros", él ladecide drogar y dormirla por horas. Claro, si el personaje femenino estáinconsciente, nuestras neuronas también. Qué error. Y aunque muchos seguramentetomarán este detalle como una de las bromas recurrentes y jocosas de la cinta,en un plano analítico hay que darnos cuenta que es un recurso ridículo.
Como todala película.
Y no memalentiendan, no tiene nada de malo una película dominguera, si al menos sutrama tuviera lógica o un punto de conflicto. Y es lo que pasa cuando mezclas géneros:los guiones son esbozos repletos declichés, y con personajes que no teimportan, que no sientes empatía. A diferencia de otros thrillres-románticos,como 39 escalones, Charada, La esmeralda perdida e incluso Sr. y Sra. Smith,hay una lógica en el desarrollo de la historia, y no son sólo viñetas de superestrellas haciéndose los graciositos.