La alarma de Koldo -nacionalista vasco de cepa- toca fondo, cuando se entera de que su hija Amaia, después de romper su relación con Rafa, está pensando en casarse con un extranjero. Peor aún, su prometido es un catalán de ¡aquellos que se sienten menos españoles que incluso los mismos vascos!”. Esto realmente le angustia y mortifica, por lo que reuniendo todo su coraje cruza la frontera del País Vasco para llegar hasta el sur de España en busca de la ayuda de Rafa, el andaluz, para unir fuerzas y hacer entrar en razón a Amaia.