En 2003, la Academia dio el Oscar a Bowling for Columbine,el extraordinario documental que hizo de Michael Moore toda una celebridad.Aquel año fue de cisma político, George W Bush acababa de ganar la presidencia enuna muy cuestionada elección< era de esperarse que alguien como Moore no se quedaracon las ganas de aprovechar el foro.

La arenga sobre la no ficción y en contra de Bush sorprendióa todos, la mitad de la audiencia le aplaudió, la otra mitad lo abucheó, y eldirector de orquesta optó por mejor aventarle la música y terminar con elbochornoso momento.