Chilango

Mi villano favorito


Por Josue Corro

Mi villano favorito debería cambiar su
nombre por Mis personajes favoritos. Sí, porque los mininos -los entes que
parecen malvaviscos amarillos-, se roban la película desde el primer minuto, e
incluso aún cuando termina la cinta, porque aparecen en los créditos finales.
Ellos son el alma de esta película, la cual desde que vi el póster me dio una
sensación de hastío y aburrimiento automático.

Qué bueno que me equivoqué.

Tampoco digo que sea una joya como otras dos películas animadas que han salido
este año (Toy Story 3 o Cómo entrenar tu dragón), pero rebasa la expectativas
en los dos rubros más importantes que debe poseer una cinta generada por
computadora: buenos elementos técnicos y una historia entrañable.

Lo mejor de Despicable es que es una película que utiliza la tecnología 3D para
poder narrar la cinta. Muchas de las escenas y tomas, tienen un propio lenguaje
que salta de la pantalla. No me atrevo a decir que este es el futuro del cine
(no soy partidario de esta tendencia fìlmica), pero se nota cuando un
largometraje, desde su pre producción está pensado para disfrutarse desde otro
punto de vista. Si no la puedes ver en 3D, ahorra tu dinero. Creéme, vale la
pena.

Enfocarnos sólo en las virtudes técnicas,
parece demeritar otros rubros de la cinta, pero aquí no es el caso. El guión  trata sobre Gru, un villano venido a menos, que desea recuperar su
fama gracias a un siniestro plan: robarse la luna. Mientras pelea con un archi
enemigo, se vuelve el padre adoptivo de tres lindas niñitas (parte de su "gran"
plan) que comienzan a derretirle el corazón.
Gru está inspirado en los villanos con delirio de grandeza que invadieron el
cine en los años 50. Su voz (perfectamente doblada por Andrés Bustamante, quien
nunca hace auto referencias a algunos de sus personajes televisivos), su casa,
su vehículo y hasta sus armas, son una parodia-homenajes a estas obras de espías,
tal y como lo hiciera en su momento Los increíbles.


Si bien la trama carece de una historia sólida -todo se resuelven en menos de
hora y media-, sus carencias las suple con corazón
y un humor bastante
inocente-ideal para un público infantil; pero que nosotros, también vamos a
poder disfrutar por pequeños detalles, que no son tan memorables como una
película de Pixar (pero en estos días, nadie se le puede poner al tú por tú),
pero que dejan un buen sabor de boca, el cual aunado con el acertado uso del
3D, hacen de Mi villano favorito (y los condenados y adorables Mininos), la sorpresa
más grata del verano.