La Cineteca Nacional adquirió los derechos de exhibición de esteclásico en cuidada versión remasterizada.

La película se sitúa en el Japón del siglo XVI. Describe la historia de un pueblo asediado constantemente por un grupo de bandidos. Cansados del saqueo, los habitantes acuerdan contratar samuráis para que los defiendan. Las dificultades iniciales de los campesinos para reclutar voluntarios empiezan a superarse a partir del momento en el que Kambei, un experimentado y a su vez bondadoso samurái, se decide a ayudarles. Poco a poco se va formando el particular grupo de guerreros que acude en ayuda de los aldeanos.

Se trata de una historia simple que encierra una profundidad sobrecogedora, pues tanto Kurosawa como Hideo Oguni y Shinobu Hashimoto, coguionistas de esta y otras películas del realizador japonés, supieron dar a cada personaje gran vitalidad en todo momento. Ayudados por el equipo técnico y por todo el elenco, en especial por dos de los actores más recurrentes del cine de este autor: Toshirô Mifune y Takashi Shimura.

Son los personajes quienes destacan de forma memorable. Del grupo de samuráis resaltan Shino joven (Keiko Tsushima), atraído por una de las chicas agrícolas locales y poniendo en peligro la batalla; el sabio líder Shimada (Takashi Shimura), y por supuesto Toshirô Mifune, interpretando un samurái arrogante e incontrolable en busca de superar a sus compatriotas y obtener la mayor gloria posible.

La película armó y armonizó en gran medida la industria cinematográfica japonesa de los cincuenta, siguiendo la tradición delchambarao cine de samuráis pero aportando una visión más enraizada con la época en que fue realizada la película. Ello no impide que, gracias a su generosa duración de 200 minutos, abunden las secuencias de acción. De hecho, la última hora de metraje se centra en los constantes intentos por parte de los bandidos de entrar en la aldea meticulosamente defendida por los samuráis, secuencias en crescendo que Kurosawa filmó con tres cámaras al mismo tiempo.

Al margen de las excelencias de la escenografía y lo cuidado de las escenas de acción, esta película contiene un mensaje universalmente aceptable, que se refiere a la dignidad humana. Kurosawa denuncia la lamentable situación de los agricultores, pero también es crítico frente a los derechos de clase de los samuráis. Cree el cineasta en una nobleza adquirida, pero no heredada.