Chilango

Los Cuatro Fantásticos

Por Oswaldo Betancourt Lozano @rockswaldo

Cuatro palabras bastan: PEOR PELÍCULA DE 2015 (hasta ahora). Sí, peor que Cincuenta Sombras de Grey. Pero no basta la advertencia, hay que darle sustento a esas palabras para que, de verdad, lo pienses dos veces antes de entrar a verla. 

Josh Trank, director y uno de los guionistas, tiró a la basura todo lo que hizo bien en Poder sin Límites (Chronicle, 2012). Para empezar, la historia es plana de principio a fin, atiborrada de diálogos, muchos de ellos son inverosímiles, risibles o patéticos, como cuando Reed Richards encara a su enemigo con un “¡Basta!”, o el momento en que encuentran el nombre para su alineación.

La falla más grande radica en la carencia de acción, la confrontación con Dr. Doom es más efímera que emocionante. Por culpa de esto los minutos se alargan igual o más que los brazos y piernas del Sr. Fantástico.

Los efectos especiales son malos, se nota la pantalla verde en algunas ocasiones. Los poderes también se ven chafas, si acaso medio se salva Johnny Storm cuando se convierte en La Antorcha Humana, y Ben Grimm luce mejor que La Mole anterior, pero estos pequeños reconocimientos se extinguen y desmoronan ante el resto de los errores.

Los actores, que han demostrado su talento en otras cintas, no son nada convincentes. Esto se nota en que no hay química en las relaciones de todos los personajes – entre padres e hijos, amigos y enemigos. Ben y Johnny prácticamente no bromean, y es grave porque esta es una de las características que definen su amistad; por otro lado, es realmente invisible la relación de Susan “Sue” Storm – quien resulta ser la adoptada y no Johnny – y Reed. Mientras que Victor Von Doom es egocéntrico y odia a la humanidad, pero le falta maldad, él sólo quiere que lo dejen en paz.

El colmo es que ni siquiera hay un cameo de Stan Lee.

Veredicto: El reboot de este cuarteto no es nada fantástico. No desperdicies tu dinero.