Los carros de ‘Mad Max: Fury Road’

^{Con Información de Car and Driver}

Para coches tuneados, nada como los monstruos salidos de la mente de Geroge Miller. Desde Mad Max (1979), pasando por Mad Max: The Road Warrior (1981), Mad Max Beyond Thunderdome (1985) y ahora en Mad Max: Fury Road una cosa es clara: el futuro le pertenecía a quienes controlan a las rabiosas bestias sobre ruedas, construidas a partir de desechos que la civilización había dejado atrás. 

Se usaron coches reales, y como la filmación se hizo en Namibia, donde no es tan fácil conseguir partes de autos, los vehículos tenían que ser confiables y resistentes antes que rápidos. Aunque eso sí, había duplicados de cada carro por si se descomponía o sufría algún daño uno de ellos.  

El catálogo de la cuarta entrega tiene más de 150 vehículos concebidas por Colin Gibson, encargado del diseño de producción. A continuación te dejamos diez de las máquinas que aparecen en la película. 

Plymouth Rock: Construido alrededor de los restos de lo que parece un sedán de Plymouth 1937. La misión de estas hienas metálicas es merodear el desierto en busca de carroña para consumir y reutilizar, o a la espera de algún tonto que se aventure a entrar a su terreno.

The Big Foot: Es un camión metido bajo lo que parece ser una camioneta Fargo de 1939 o 1940. Es un corcel que se cabalga sobre llantas Goodyear de 66 pulgadas, una gran suspensión y, de acuerdo con información oficial, esta bestia cuenta con un motor V-8. Es el carro de Rictus Erectus, hijo de Immortan Joe, y es capaz de escalar por terrenos difíciles.

Buggy 9: Como el Corvette no llegó a tierras australianas, allá crearon el Perentti a principios de 1970, que básicamente es una copia del cuerpo del Corvette C3 encima del chasis de un camión Holden; pero como este último era 56 centímetros más largo que el Corvette, entre otras diferencias, el resultado fue extrañamente proporcionado. 

Peacemaker: El Chrysler Valiant Charger es parte de la mitología Mad Max. Éste combina la carrocería de ese vehículo con con el chasis de un Ripsaw, un tanque ligero estadounidense. Lo maneja un personaje llamado The Bullet Farmer y es ideal para terrenos lodosos.

FDK: La bochomanía llegó a Mad Max. Un Volkswagen Beetle con un motor V-8. En la cinta es como parte de un convoy que arroja llamas con combustible desde barriles integrados en su estructura.

The War Rig: Hay vehículos grandes, hay más grande, y luego está “ella” (es un transporte femenino según su descripción oficial). Un leviatán de 18 ruedas propulsado por dos motores V-8, decorado con cráneos, que transporta uno de los líquidos preciosos del futuro. La semicabina parece ampliado en la mitad trasera con un Chevrolet Sedán.

The Nux Car: Un Chevrolet que recuerda al Ford Deuce amarillo utilizado por John Milner de American Graffiti. Es el carro de Nux, uno de los hijos de Immortan Joe.

The Gigahorse: La mitad de un Cadillac Coupe DeVille 1959, soldado a otro Cadillac Coupe DeVille, encima en un enorme chasis de camión que funciona con dos motores turbo V-8, montados uno junto al otro. Es uno de los vehículo más fascinantes de la película.

Interceptor: En cada película de Mad Max no puede faltar el clásico Ford Falcon XB 1974. Dañado, lleno de arena y podrido, pero de una manera cinematográficamente gloriosa. “Una leyenda vista en el desagüe”, explica Gibson, “oxidado, con demasiadas reparaciones y muy pocas piezas originales, golpeado pero aún orgulloso.”

Doof Wagon: No es propiamente un vehículo de combate, pero sí es parte de la batalla. Es “el niño del tambor” que agita el corazón de los guerreros. En la parte trasera está lleno de tambores y en la parte delantera hay un guitarrista ciego y desfigurado (su instrumento escupe fuego) con una pared de bocinas tras él. Este vehículo es el encargado de llevar la sinfonía, la canción, el grito y la banda sonora del fin de la civilización. 

Mad Max: Fury Road abre en cada cine de la Vía Láctea el 15 de mayo.