Chilango

Legión de ángeles



 Por MARIANA MIJARES

Esta es la primera vez que Scott Stewart dirige una película.
Sin embargo tiene una larga trayectoria creando efectos especiales.

En esta ocasión no sólo
está a cargo de la dirección sino también co-escribe el guión, que es
precisamente el punto más débil de la cinta.

Al
inicio vemos por cómo un arcángel se corta las alas, desconocemos el
motivo. Poco después nos trasladamos a un restaurante en medio de la
nada donde trabaja Bob Hanson (Dennis Quaid) que vive con su hijo Jeep.
Él está enamorado de Charlie, una mesera que está embarazada.

Un día aparece una mujer mayor que se transforma en una
demoníaca criatura y poco después Michael, un arcángel, llega al lugar
para advertirles del inicio el Apocalipsis. Éste será provocado
por los ángeles. Sí, surge el cuestionamiento sobre la naturaleza de
los mismos. No, estuvimos en un error. Existen ángeles malos.

Afortunadamente Michael se ha cambiado de bando y desea
ayudarlos. Además necesitan salvar al bebé de Charlie quien podría ser
la última esperanza de la humanidad.

Creo
que con éste tipo de situaciones queda claro que los diálogos y la
historia son muy irrisorios como para poder ser tomados en serio.

Por momentos hay escenas que nos recuerdan un poco a Terminator, Constantine y casi cualquier película de
Zombies. Pero aquí la trama se va haciendo cada vez más difusa. ¿Por qué
el fin del mundo sólo ocurre en éste lugar? ¿Cómo o cuándo los humanos
que los persiguen se transformaron en zombies? ¿Qué hace tan especial al
primogénito de Charlie? Esas y otras cuestiones nunca obtienen
respuesta.

Para el momento en que el
mundo está cerca de acabarse ya no nos importa mucho quién sobreviva y
quién no.

Por falta de un buen
argumento el filme se pierde en un mar de efectos especiales en donde
parece que únicamente Paul Bettany (Michael) se toma las cosas en serio



Veredicto:

La
acción y los efectos especiales están garantizados pero la historia
podría ser mucho más interesante.