–Por Oswaldo Betancourt L. @rockswaldo
A veces los nombres del elenco son los que incitan a la audiencia a comprar su boleto, en este caso no debería ser ese el pretexto, pues Helena Bonham-Carter y Meryl Streep hacen su parte pero NO son las protagonistas, de hecho, la primera hace a un personaje secundario, mientras que Streep apenas y tiene un par de minutos en pantalla.
Es Carey Mulligan – a quien vimos como Daisy Buchanan en El gran Gatsby – quien lleva el peso de la historia con su papel de Maud Watts, una mujer que sin buscar ser parte del movimiento se adentra gradualmente en él, y si bien no llega a tener una jerarquía importante, es testigo de momentos fuertes.
En todo caso es más rico aproximarse a esta cinta por su tema, un grupo de mujeres inglesas conocidas como “Las Sufragistas” que, durante la Primera Guerra Mundial, comienzan a actuar de manera más radical para conseguir el voto.
A pesar de ser una drama basado en hechos reales, no logra tener el impacto que busca, quizá porque su cierre no es tan contundente y recurre a la salida fácil de los intertítulos para explicar los acontecimientos posteriores al final.
Veredicto: No pasa nada si no la ves, pero sí lo haces no vas a salir defraudado.