por Josue Corro

Quentin Tarantino el director más influyente de las últimas dos décadas, presenta su nueva cinta Bastardos sin gloria: una obra épica ambientada en la II Guerra Mundial.

La pantalla negra es interrumpida por un mensaje en letras blancas: “Érase una vez…en la Francia ocupada por los Nazis”. Parece que estamos frente al inicio de un cuento de hadas. Y en principio, es cierto: hay una linda familia, que vive en una linda casita en la campiña francesa. De pronto,bajo el sonido de Ennio Morricone, aparece un Coronel alemán que está cazando judìos sin ninguna compasión. Entonces la pólvora se vuelve el único lenguaje y la venganza, el motif de un director que ha construido un mito pop a su alrededor, el último General del cine de género: Quentin Tarantino.

En su última cinta, Bastardos sin gloria, Tarantino expone una historia ambientada en la II Guerra Mundial, dividida en capítulos y muy a su estilo nos presenta a un puñado de personajes, liderados por Brad Pitt como el Tnte. Aldo Raine, un militar que recluta a ocho soldados judio-americanos para matar Nazis (este pelotón es el que le da nombre a la pelicula). Al mismo tiempo tiene su heroínas destructoras: Shossana una chica francesa decidida a vengar a su familia, y Bridget una actriz que quiere traicionar a al Reich. Pero no todos los protagonistas son Aliados, el Coronel Landa es un inteligente investigador Nazi que rinde cuentas directas a Joseph Goebbels y al mismísimo Adolf Hitler.

En una entrevista exclusiva tuvimos la oportunidad de cuestionarle acerca de su intervención fílmica en la historia de la humanidad, sus influencias, su amor hacia la música, y la forma en que los actores piensan acerca del trabajo de este cineasta de culto.