Poppy es una alegre maestra de primaria, quien mediante el diálogo con sus alumnos y su relación con amigos cuestiona lo establecido, y siempre evitando el pesimismo a través de la ironía y la risa. La personalidad de esta joven institutriz nos permite entender el singular estilo del realizador británico Mike Leigh, quien a partir de la improvisación obtiene una historia coherente y sustancial. Además de obtener en 2008 el Oso de Plata en el Festival de Berlín, este filme ha sido premiado por las asociaciones de críticos de Nueva York y Los Ángeles.