Rodrigo Plá no quería desbarrancarse en el melodrama. Le aterraba que a su nueva película, La demora (México-Uruguay-Francia, 2012), le ganara la parte emotiva y acabara apelando a los sentimientos. Podría haber ocurrido: María (Roxana Blanco), una trabajadora textil a destajo y madre soltera de tres niños, está desbordada por sus circunstancias, que incluyen una economía precaria y el cuidado de Agustín (Carlos Vallarino), su padre octogenario y con principios de Alzheimer. Cuando la posibilidad de que el anciano quede bajo el cuidado de los servicios de asilos estatales uruguayos parece alejarse, decide abandonarlo en un parque.

Así que Plá, uno de los mejores cineastas del cine mexicano contemporáneo, optó por filmar con mucha sobriedad. Y estuvo a punto de pasarse según cuenta en entrevista. “Hubo una percepción del equipo de que nos habíamos pasado de sobriedad. Así que hicimos un trabajo sonoro para que encontrara su equilibrio. El sonido es más subjetivo, se mete en la cabeza de los personajes y acompaña sus emociones sin ser un melodrama”.

Y a Plá y a su guionista de cabecera y también esposa Laura Santullo (de quien son todos los guiones de sus largometrajes) no les interesaba colocar a los personajes en situaciones límites tales que no tuvieran posibilidad de decisión. “Nos parece que los personajes más interesantes son los que pueden tomar decisiones, equivocarse“, dice.

Es la primera vez que Plá filma en su natal Montevideo, la capital de Uruguay. Lo hizo porque la historia pedía un ambiente “montevidiano”, según le llama Laura, con un frío invernal que no se siente en México. Así que viajó allá y se tomó el tiempo necesario. Hizo un trabajo exhaustivo de casting –que incluyó la elección de Vallarino, quien no era actor– y otro más de trabajo de taller antes de filmar esta historia de “cómo la llegada de la vejez viene a impactar la relación familiar. En el tránsito de esta película la mujer cambia de lugar y al final comprende que ya no sólo le toca ser hija, hay un cambio de rol, donde ella asume hacerse cargo de su padre, más allá de los conflictos y los roces”, dice el cineasta.

Filmada en un pequeño departamento, para Plá era importante seguir con una constante de su filmografía: “intentamos poner en el primer plano la esencia de la película“. En La demora fue la escena en que Agustín toma un baño ayudado por su hija: “Escogimos la papada del hombre porque la papada habla mucho de la edad, las canas, las arrugas de ese hombre bajo la regadera. A lo largo de la secuencia desarrollamos lo que va a ser la relación de ellos dos: él requiere la ayuda de su hija, su hija siempre está ocupada, presionada por sus propios hijos, y este señor a ratos tiene arranques de dignidad”, dice Plá.

La demora se estrena este 10 de mayo.

6129-https://www.youtube.com/watch?v=RKgpFgdgWYA