Chilango

La chica de mis sueños

Por Miguel Rivera

En realidad no hay nada que un hombre
no haría para conquistar a la mujer de sus sueños, y aún menos cuando
ese hombre es un chavito de 17 años, virgen y desesperado por huir
de su tormentosa vida familiar.  No dejen que el título en español
los engañe, no es otra comedia romántica adolescente y esta sorpresa
se agradece.

De principio a fin la película presenta
un lenguaje fresco e innovador que te permite incluirte en la historia
de Nick Twisp (Michael Cera), un joven inteligente y emocionalmente
inmaduro. Un fin de semana, Nick huye con su madre a lo que parece ser la meca de los
trailers: el mal gusto y la gente white trash. Muy a su sorpresa Nick
encontrará ahí a una chava que no sólo es el motor de la historia
sino que también le enseñará que a veces, uno simplemente necesita
ser malo para conseguir lo que quiere. Atrapado en su enclenque y nerdy
cuerpo, Nick desarrollará una segunda personalidad, un poco más
maquiavélica,
para conseguirlo que desea.

La dirección es excelente, se cuenta
una historia sin pretensiones y al mismo tiempo se nos entrega un relato
original con momentos inolvidables. El uso del stop-motion y la
animación,
entran en momentos clave para levantar estéticamente la historia y cada
uno tiene una razón argumental definida.
Los personajes, en mi opinión
lo mejor de este film, están perfectamente diseñados. Son siluetas
exactas, interesantes y profundas de personas, cada una, adorablemente
bizarra.

El reparto es exacto, y sí, vemos
a Michael Cera de nuevo en ese papel de chico bueno, concienzudo y
moralista. Yo nunca me he quejado
de la gente que explota sus talentos, es como quejarse de que Bruce Willis siempre sea un soldado urbano inmortal o de que Steve Carrel
sea el mismo virgen a los 40 en cada película. Es lo que les funciona
y está bien.

El subtexto es uno que ya conocemos.
La juventud americana en serios problemas ideológicos por la constante
falta de una guía paterna que los lleve por un camino más sensato.

Pero esta película lo cuenta de una manera totalmente diferente,
centrándose
en los personajes como verdaderos catalizadores de la historia dentro
de situaciones muy bien logradas. Youth in Revolt es de
verdad una sorpresa, una muy placentera.