Por: Josue Corro

Esta película es tan mala, que no merece más de un párrafo. Si ya perdí hora y media de

mi vida cuando la vi, no gastaré más de cinco minutos para escribir sobre ella.

Imagina que todos los clichés de las cintas mexicanas sobre

adolescentes: drogas, alcohol, sexo, clasismo y groserías… se fusionan para

crear esta historia acerca de un grupo de amigos que van a Cuernavaca (o algo),

se drogan y emborrachan, y de pronto ¡zas!, matan a un tipo. Es increíble que los actores sean tan malos: no tiene credibilidad, parece que están en esta cinta

porque son amigos de los productores, o porque el director de casting se acostó

con alguien del elenco. Otra mentada, es el guión que no tiene coherencia,

punto climático, ni tampoco un desarrollo de personajes. Y para colmo de males:

la primera escena, es la última del film (wow, qué innovador). Este recurso

narrativo no sólo es molesto, sino que te cuenta cómo termina la película.

Desde un inicio conoces el destino de los protagonistas. Juegos inocentes es la razón por la cual la gente "odia" el cine

mexicano: ya estamos hasta la madre de las cintas llenas de estereotipos y donde

tener dinero, es lo más cool.