Por Sandra Lucario

Bryan Singer acostumbra las cintas de súper héroes. Y de ciencia ficción. Lo reconocemos porque sus más recientes trabajos han sido adaptaciones de comics ysus protagonistas personajes con poderes sobrenaturales (X-Men, Superman). En esta ocasión, Byan trabaja en otra adaptación, la de un cuento de Hans Christian Andersen: “Las habichuelas magicas”.

Todos conocemos la historia: Existen unos frijolitos que no tienen fines alimenticios, estos funcionan como puentes entre el mundo que conocemos y el que existe mucho más arriba de las nubes. Y es que, como recordarán, cuando estas semillas entran en contacto con el agua crean tallos enormísimos. El universo del que hablamos es habitado por un grupo de gigantes bien organizados que odian a los humanos, aunque no tanto porque finalmente les resultan deliciosos.

Sí, todos conocemos el cuento protagonizado porPeriquín, quien, como recordarán, obtiene las habichuelas como pago de una vaca; sin embargo, en esta historia el protagonista no es un niño, no hay una vaca y tampoco un arpa que tocaba sola “sin que alguna mano tocara sus cuerdas”. Acá Jack obtiene las habichuelas casi a fuerza, cuando un monje se las entrega en prenda a cambio de un caballo que usará para escapar.

Aquella pequeña historia infantil se vuelve, en la mente de Singer, un relato romántico y heróico.

La historia habla de cómo tras una discusión entre Jack y su tío, las habichuelas caen al suelo, el joven levanta todas excepto una, esa misma noche llueve y, huyendo de la tormenta, la princesa del reino toca a su puerta, perdida. Tras un leve coqueteo entre ellos, el piso empieza a cimbrarse, la cabaña a ascender y las aventuras con que tanto soñaba la heredera del reino a ocurrir.

Gigantes, escenarios boscosos, ánimos de guerra, traiciones, muertes y escenas de acción que logran hacerte sentir levemente angustiado por los personajes es lo que encontrarás en esta cinta: palomera, entretenida y que no te hace sentir que gastaste de más.