Chilango

Inspector Bellamy

Por Adrián Zacapa


Las credenciales con las que esta cinta
se presenta son suficientes para despertar el interés de cualquiera.

Bellamy es la primera película en la que el legendario realizador Claude
Chabrol y el actor Gérard Depardieu, dos gigantes del cine francés,
unen esfuerzos.

En esta cinta Depardieu interpreta
a Paul Bellamy un investigador policiaco cuya publicación de sus
memorias
le ha traído una fama relativa y unos cuantos admiradores. Durante
sus vacaciones, Noël Gentil (Jacques Gamblin, estupendo), un hombre
que se pasea con frecuencia alrededor de su casa, despierta su interés
(y la desconfianza de su esposa) y lo convence de visitarlo en el hotel
donde se hospeda. Ahí, Gentil le hablará del "hombre que maté de
cierto modo". Intrigado por la revelación y el visible deterioro
del hombre, Bellamy decide iniciar su investigación.

De esta forma es como descubre que
no existe nadie registrado con el nombre de Noël Gentil y por lo tanto
comienza a sospechar que el misterio de este hombre puede estar
relacionado
con el cadáver que ha sido encontrado cerca del cementerio local.

Si el breve resumen de la trama parece
enredado, los descubrimientos de Bellamy lo son aún más. Los giros,
revelaciones e intrigas tienen como resolución una compleja historia
de amor, infidelidad, ambición, suplantación de identidad, y fraude
que pese a tener todos los elementos necesarios para mantener al
espectador
al borde de su asiento, no logran atraparlo en ningún momento
; o tal
vez no al nivel de las mejores cintas de suspenso.

Esto se debe, en parte, a los
conflictos
familiares con los que tiene que lidiar nuestro protagonista: su hermano
alcohólico y mitómano se hospeda en su casa, irrumpiendo la relación
entre Bellamy y su esposa. No son muy claros los motivos de Chabrol
al incluir esta trama que no se relaciona de modo alguno con el misterio
del Sr. Gentil y además resta fuerza a la cinta.


Otro aspecto por el que los
espectadores
no nos enganchamos en la historia es porque Chabrol sigue demasiado
al pie las reglas.
Para una generación que esta acostumbrada a un ritmo
vertiginoso y a una desobediencia de las normas del cine tradicional,
esta cinta pecará de ser demasiado "clásica."

Los tres papeles que Jacques Gamblin
interpreta son lo mejor de la cinta. Diversos estados de la
desesperación
de un hombre por un plan perfecto que se salio de las manos para
terminar
de la peor manera posible.

El final, como sospecharán, no es
uno feliz. Aunque la justicia es impartida, es imposible no pensar que
algunas personas se han beneficiado con ésta y desafortunadamente,
el espectador no es una de ellas.