No hay nada mejor que una buena historia de espías y en cuanto a televisión se refiere, tenemos que aceptar que no existía una que llamara nuestra atención desde que Alias le dijo adiós a la CIA (no es que Covert Affairs haga un mal trabajo, pero aceptémoslo, la serie es más un ‘qué sería de Gilmore Girls si una de ellas fuera detective’, que un verdaderospy thriller.)

Pero ahora finalmente la pantalla chica se reinvindica con la llegada de Hunted… o como nosotros le estamos llamando, la Jason Bourne delgirl power.

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Hunted

Producida por la BBC, transmitida por Cinemax y creada por uno de las mentes maestras detrás de The X Files, la serie de intrigas, complot y espionaje ya de entrada suena a éxito. Ahora sumémosle que está protagonizada por Melissa George, quien desde 30 Días de Noche ya nos tenía fascinados con su trabajo, y básicamente no hay nada que detenga a este proyecto de conseguir el apéndice, “de culto” antes del final de su primera temporada.

¿De qué va? Samantha es una espía que trabaja para una compañía privada. Durante la misión que nos abre las puertas a su mundo es traicionada por “alguien” (signo de interrogación enorme) de su propio equipo. Luego de un año de desaparición en el que se dedica a entrenar como Rocky, Sam regresa a su agencia para descubrir quién fue la persona que le enterró un puñal por la espalda…o para ser más precisos, una bala en el abdomen.

Lo que resulta fascinante de esta serie es el tratamiento que se le ha dado tanto en guión como en imagen. Hunted no le pide nada a cualquier película de súper espías, de hecho, por momentos nos recuerda las cintas de la saga Bourne. La heroína es una con varias capas. A diferencia de Sydney Bristow (Jennifer Garner en Alias), Samantha no es una mujer que lo pueda todo. Sí es fuerte, sí es veloz e inteligente, pero también es insegura, tímida y es cazada continuamente por el recuerdo del asesinato de su madre. Vaya, más cercana al rol de Mireille Enos en The Killing que a un todo-poderoso James Bond.

Aplausos, por cierto, a la manera en la que Melissa George (una actriz, de entrada australiana) va cambiando su acento de uno gringo a uno británico como si de voltear un tazo se tratara, de acuerdo a lo que va necesitando la historia. La serie apenas comenzó así que estás muy a tiempo de agarrarla antes de que la trama se complique y, como en toda buena historia de espías, lleguemos a ese punto en el que ni con la ayuda de Siri logremos desenmarañar lo que está pasando.

¿Qué estás esperando para bajarla?