Visualmente asombroso pero por lo demás nada espectacular, una película de animación sólida pero que despertará el comentario: No es Pixar pero….

El estudio Pixar realmente nos ha mimado. Luego de quince años de películas clásicas una tras otra – empezando en 1995 con Toy Story hasta Up! el año pasado nos hemos ya acostumbrado a ver películas de animación que sean visualmente asombrosas y a la vez emocionalmente cautivantes. Y cuando otro estudio exhibe una obra que por más bien hecha que esté no llegue a la altura de las expectativas increíblemente altas, esta es recibida con la frase: No es Pixar pero….. Tal es la situación que vive la obra de Dreamworks How to Train Your Dragon, una película superior a sólo 65% de las películas de acción en vivo, en comparación con ser mejor a 99% de ellas.

Inspirada por la novela para niños de la escritora Cressida Cowell, How to Train Your Dragon está ambientada en la isla mítica de Berk, hogar de la tribu de vikingos machos y tercos que rehúsan mudarse pese a los ataques casi continuos de los dragones escupidores de fuego. El más macho y terco de toda la tribu es el jefe, Stoick (Gerard Butler), un valiente y fuerte hombre bestial pelirrojo cuyo hijo adolescente, Hiccup (Jay Baruchel) no heredó ni siquiera una característica de su padre. Flaco, modesto y de una gran curiosidad intelectual — atributos que hacen de él una especie de anti vikingo — es una constante fuente de vergüenza para su poderoso padre.

Deseoso por ganarse la aprobación de su padre – y por ende el respeto de su tribu – Hiccup se inscribe para el entrenamiento con dragones, que es donde los jóvenes vikingos aprenden a matar a estos demonios con alas que acechan el poblado de Berk. Pero cuando hiere a una Furia de la noche, un dragón muy preciado, Hiccup es incapaz de ponerle fin a su existencia ya que a la final este joven es un pacifista de corazón. Hiccup opta más bien por cuidar del dinosaurio hasta devolverle la salud. Bautiza a la criatura con el nombre de Toothless (sin dientes) y enseguida los dos se unen en una amistad fuerte que luego él se convierte en una especie de Jane Goodall de los dragones aprendiendo como dominar y domesticarlos.

Cuanto a las experiencias anteriores con películas animada en 3D, How to Train Your Dragon figura entre las mejores, superando obras tan recientes como Cloudy With a Chance of Meatballs y la última creación de Pixar ganadora de un Oscar por su uso de este formato en constante evolución. Una secuencia aérea donde Hiccup pilotea a Toothless en el primer vuelo de prueba juntos es realmente emocionante como también lo es la escena caótica que abre la película con una batalla entre vikingos y sus enemigos los dragones. Pero esta misma energía no está presente en su historia, y el humor no tiene fuerza y con demasiada frecuencia el ritmo es lento – una falla mortal tratándose de un largometraje cuya tarea es mantener ocupadas las mentes de preadolescentes inquietos durante 98 minutos.

Ah, otro detalle; ni siquiera se moleste en tratar de comprender por qué todos la niñez vikinga en How to Train Your Dragon habla inglés con acento norteamericano y los adultos todos tienen acentos escoceses. Basta con recordar que este es el mismo estudio que nos regaló la obra Shrek, que también incluyó otro acento escosés inexplicable. Es que los artistas de Dreamworks tienen una extraña por todo lo que sea escosés.