Por Alejandro Alemán

Back to the Future meets Hangover,

esa es la única forma en que se podría definir una película tan

disparatada como esta. Parece una broma, pero es real: la trama de esta

cinta implica un viaje en el tiempo que se logra mediante…un jacuzzi. Es

como si el argumento de esta cinta hubiera sido rescatado de una de las

ideas descartadas en Volver al Futuro.

En Hot Tub,

tres amigos a mediados de sus treinta se encuentran en plena crisis:

Adam (John Cusack) acaba de ser abandonado por su esposa, Nick (Craig

Robinson) tiene un trabajo mediocre y una mujer que lo engaña, y Lou

(Rob Corddry), un borrachín promedio, intenta cometer suicidio. Como

terapia para relajarse, el grupo decide ir a su antiguo lugar de

fiesta, una cabaña en las montañas nevadas; les acompaña el sobrino de

Adam, un adolescente que pronto -sino es que ya lo es- será igual de

patético que su tío y sus amigos. Lo que en sus años mozos era un lugar

de fiesta y ligue, ahora es una pocilga donde ya nada funciona, excepto

el jacuzzi.

No

habiendo nada mejor que hacer, los cuatro amigos se meten al jacuzzi y

se ponen la borrachera de su vida. Una de las bebidas (el equivalente

ruso al RedBull, prohibido en EU) cae accidentalmente en los circuitos

que producen burbujas. Cuando se despiertan, el grupo de amigos se

encuentra en los años ochenta, jóvenes y con una nueva oportunidad de

mejorar sus vidas.

Aunque

un personaje les advierte sobre las repercusiones de cambiar su pasado,

no esperen que las clásicas paradojas del viaje en el tiempo importen

mucho en esta cinta. Esto no es más que una comedia disparatada, llena

de albures, vomitadas, pechos femeninos desnudos y un poco de mal gusto.

La cinta también tiene algunas obscuras referencias a películas de la

época, desde aquellas protagonizadas por el propio Cusack en los ochenta

-el director es el guionista de High Fidelity-, hasta la inclusión de uno de los protagonistas de la primera Volver al Futuro: Crispin Glover (el mismísimo George McFly).

Con

ese título y esa trama esperábamos un desastre, no lo es tanto, la

cinta tiene algunos momentos, pero dudo que su humor, escatológico y

localista, tenga demasiado eco en el público mexicano. Sería mejor

esperar a la secuela de Hangover, cuya original resulta años luz mejor que esta.