¿Chillonómetro?
Cruel sentimentaloide

¿En qué parte?
Cuando John Merrick, el pobre y educado hombre al cual hemos aprendido a apreciar decide usar el tren londinense, y es acorralado por la plebe que se burla infernalmente de su condición. «No soy un monstruo, soy un ser humano».

¿Por qué moqueamos?
Por el personaje de John Merrick, en serio es un gran hombre. Requete humano y desde el primer instante lo queremos. Ahorita que lo pensamos, la escena del lloriqueo es cuando decide dormir acostado.