El Papa ha muerto y la salida de la humareda blanca anuncia la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica. Miles de personas se reúnen en la plaza de San Pedro y todo parecer estar listo salvo por un pequeño detalle: el Papa que han elegido está aterrado de tomar el cargo. Ante tan peculiar situación, el más prestigiado psicoanalista de Roma es mandado llamar de urgencia al Vaticano.