Una historia en el espacio, tensa, de supervivencia, superación y aceptación. Eso es “Gravity“, la película con la que el mexicano Alfonso Cuarón abrió hoy, con fuertes aplausos, la 70 Mostra de Cine de Venecia, acompañado de la pareja protagonista, George Clooney y Sandra Bullock.

Dos únicos actores para una historia que el director escribió junto a su hijo Jonás partiendo de una premisa: las adversidades a las que se tiene que enfrentar cada persona en un día de su vida pero situando la acción en el ambiente más hostil que se les ocurrió, el espacio.

“Es un largo viaje en el que los protagonistas tienen que enfrentarse a muchos obstáculos y problemas”, explicó Cuarón en la presentación de la película con la que regresa a la dirección de ficción siete años después de “Children of men”.

“Lo que nos define es cómo estamos tras superar esas adversidades, cómo nos sentimos”, resaltó y confió plenamente en los actores para definir una historia cuyo peso cae totalmente en ellos.

Porque son solo estos dos actores los que aparecen en una película técnicamente impecable, en la que brilla la fotografía de Emmanuel Lubezki y una puesta en escena en la que se cuidó hasta el último detalle los movimientos de los personajes en ausencia de gravedad.

“Nuestro cerebro está acostumbrado a funcionar con gravedad”, indicó Cuarón, que se inspiró en la animación para el desarrollo de la acción y que contó con la ayuda de científicos para que le enseñaran cómo los objetos y las personas reaccionan en el espacio.

Pero tiene claro que en la película se tomaron muchas libertades. “Esto es una ficción, no un documental”, afirmó Cuarón de un filme que se aleja mucho de la realidad de la vida de los astronautas para dotar a la historia de la tensión y acción que la hacen avanzar, aunque en ocasiones resulta un tanto excesiva la imaginación que contiene la historia.