Las referencias acerca de la cultura pop muy bien puestas, así como el irónico humor británico—y unos cantos tormentosos—sacan Flushed Away de la lista de las típicas películas animadas, pero no la pone en la lista de las grandes comedias.
Historia
El guión de Flushed Away, que ocasionalmente parece ser tan inteligente, es para los expertos bien formulista y es así paso a paso. Primer paso: Introducir a un héroe, un tal de Roderick St. James (Hugh Jackman), más conocido como Roddy, que es una rata mimada pero solitaria que vive en un elegante apartamento en el distrito de Kensington en Londres. Segundo paso: Empujar a Roddy a vivir en un mundo totalmente extraño, o sea en los alcantarillados de la ciudad metiéndolo en un inodoro y bajando el agua. Tercer paso: Enrollarlo con una rata rebelde llamada Rita (Kate Winslet) que vive en las alcantarillas en su fiel barco, quién hace un pacto con Roddy prometiendo llevarlo de vuelta a su casa y en cambio él tendrá que dar a ella una vida buena y riqueza para que ella pueda ayudar a sus familiares más cercanos (32 hermanos y hermanas, para ser más exacto). Cuarto paso: Hacer que estos dos sean más listos y hábiles que el villano de la historia en ese caso Toad (Ian McKellen), el jefe de la mafia de las alcantarillas de la ciudad de Ratropolis, después del descubrimiento de su cobarde plan que era sacar todos los roedores de las alcantarillas. Quinto paso: Un final feliz. Nada muy complicado.
Actuación
Tenemos aquí de esa vez, casi todos los actores británicos de la lista A, o sea los mejores que hay, y todos ellos parecen estar muy entusiasmados haciendo lo mejor que pueden en una producción divertida que no requiere que usen maquillaje, solamente sus voces. Jackman ha inculcado a Roddy una malhumorada personalidad muy apropiada al personaje pero que pronto se derrite al ver su alrededor–y especialmente su nueva amiga, ya que él antes realmente nunca había tenido un amigo. El personaje de Winslet, Rita, es una rata llena de coraje y determinación, que le encanta la moda y que además tiene grandes orejas, mientras que el sapo malévolo de McKellen es un tipo muy presumido que parece que tiene hipertiroidismo. Pero, como en todas las películas animadas, aquí son los personajes secundarios que proporcionan las risas. Hay los cómicos personajes Whitey (con una voz muy profunda hecha por Bill Night), una ex rata de laboratorio que después de servirse de cobaya (usando champús experimentales) se quedó calva y un albino llamado Sid (Andy Serkis), una enjuta y fuerte comadreja que no es así tan fuerte como pretende ser. El primo francés de Frog, Le Frog (Jean Reno) un tipo que parece ser la mezcla de Jackie Chan y el inspector Clouseau, es también hilarante. La mejor parte, sin embargo, es todo el resto que sale por la alcantarilla, ellos no dicen mucho pero agregan un acompañamiento musical totalmente necesario.
Dirección
Las compañías Aardman Productions y DreamWorks, los mismos tipos que nos presentaron las películas de Wallace y Gromit, parecen haber perfeccionado las técnicas de animación hechas con arcilla e incorporado mucho más CGI de esa vez. Flushed Away es una producción definitivamente más pulida que la de W&G, pero los dientes grandes y las sensibilidades sardónicas británicas muy habituales siguen siendo parte de la película. La vida en una alcantarilla es visualmente animada, especialmente porque usan artículos diarios para crear ese mundo, tal como bad guys montando en batidoras manuales como se estuviesen utilizando una embarcación acuática bien rápida y persiguiendo el barco de Rita. Y tiene más, la película está llena de referencias cómicas acerca de la cultura pop, y esto seguramente mantiene el público adulto contento todo el tiempo (gracias, ¡Shrek!). Por ejemplo, cuando Roddy está desciendo por los caños de agua, él ve un pequeño pez amarillo lleno de rayas que le pregunta ¿tienes visto mi papá? No, no hay nada esencialmente incorrecto con Flushed Away, excepto una trama exagerada. Los niños y sus padres seguramente irán disfrutar de la película igualmente.