Chris y Sue no tienen ninguna relación entre sí, pero ambos están desesperados; el primero porque su novia se encuentra en coma por una infección cerebral y ella porque intenta mantener en secreto que tiene cáncer en el pulmón. Los dos han probado todos los métodos convencionales para sanar, pero ninguno les ha funcionado, hasta que deciden participar en un ritual tailandés que consiste en ser enterrado en un ataúd durante varios días para escapar de la mala suerte.

Pero cuando sus ataúdes son cerrados, tanto Chris como Sue comienzan a sufrir de alucinaciones. Chris casi muere de un derrame cerebral por la claustrofobia y aunque su novia repentinamente despierta del coma y el cáncer de Sue desaparece, los dos se ven perseguidos por horribles apariciones que tratan de hacerles daño.