Por Roiz
En El reino secreto (Epic, 2013) los personajes son divertidos y la historia original (a veces parece como una versión para niños de El señor de los anillos). Trata de una batalla que se desarrolla en los jardines, en ese espacio diminuto y microcósmico que es el mundo vegetal, habitados por una raza de humanos diminutos (los hombres hoja), quienes son los guardianes del bosque, los encargados de que todo esté en balance.
Los enemigos –los Boggans– son la contraparte: la erosión, la contaminación. Ellos quieren tener control de todo el mundo. Mientras tanto, el Profesor Bomba es una especie de entomólogo y botánico que vive obsesionado con descubrir a estos seres, que son imposibles o muy difíciles de observar, pues viven en “otra velocidad”.
La hija del profesor, la heroína, Mary Katherine lo visita a su casa de campo y, por azares del destino, se ve inmiscuida en la lucha de los Hombres Hoja y los Boggans. Ella se convierte en uno de los seres diminituos y le es asignada una misión para salvar al bosque del acecho de la erosión.
Lo que cada vez es más impresionante en este tipo de entregas es el nivel de detalle y calidad en la animación por computadora. Los personajes se ven cada vez más reales, las texturas y la iluminación nos hace pensar a veces que estamos ante la realidad.
La historia está más dirigida a un público infantil, aunque los adultos seguro se entretenerán. Los espectadores extrañamos las películas con las voces originales (en la versión en inglés, las voces son de Amanda Seyfried, Beyoncé Knowles, Colin Farrel y Christopher Waltz); sin embargo, el doblaje mexicano es bastante bueno, sin el uso de mexicanismos que a veces hace chocante la historia.
La conversión a 3D es excelente e inmersiva.
Pixar todavía tiene la hegemonía de historias animadas, pero estudios como Blue Sky y Dreamworks se les están acercando.