PorCarlos Arias

El hijo de Saúl es una de esas películas terribles, que dejan sin aliento, por su mezcla entre el horror de los crímenes guerra y la poesía de sus imágenes. Narra dos días en la vida en el campo de prisioneros de Auschwitz, el más terrible de los creados por nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

El protagonista es Saúl (Géza Röhrig), un judío húngaro que ha logrado sobrevivir gracias a que trabaja como esclavo en el sonderkommando, la división de prisioneros obligados a colaborar con los nazis, donde ayuda incinerar cuerpos en los hornos crematorios.

Saúl no parece demasiado conmovido por las víctimas, hasta que reconoce que uno de los muertos es su propio hijo. Intentará darle un entierro según las normas judías, para lo cual contacta a un rabino, mientras que un grupo de prisioneros planean una rebelión en contra de los guardias.

Desde su nominación, El hijo de Saúl apareció como la gran favorita para llevarse el Oscar por Mejor película en lengua extranjera. Su mezcla de drama en el límite de lo humano y su particular manera de contar la historia, sin enseñanzas ni moralejas, la hacen una obra maestra.

Esta es un resumen de los cinco motivos por los cuales es una película fuera de lo común:

1.- Narrativa: La película no narra la guerra ni los crímenes sino la historia personal y privada del protagonista a lo largo de dos días. No hay una “denuncia” ni actos heroicos, como ocurría en el cine clásico, tampoco hay una historia de superación personal o de lucha contra la adversidad, y menos aun un melodrama a la manera de La lista de Schindler, de Spielberg.

2.- Over shoulder. Casi todas las escenas están filmadas en “over the shoulder”, literalmente “por encima del hombro”. El recurso por el cual la cámara se sitúa detrás de un personaje, generalmente en los diálogos. Este recurso ofrece la impresión de asomarse por atrás alguien, ya sea un preso, el protagonista o uno de los guardias. El espectador está atrapado como uno más en medio de los hechos narrados.

3.- Plano secuencia: La película utiliza largas tomas casi ininterrumpidas, mientras sigue los desplazamientos del protagonista por el campo de prisioneros. Con ellos ofrece un vistazo desde dentro al complejo trama de jerarquías entre presos, víctimas y soldados. La película escapa del realismo convencional y crea un mundo que por momentos parece más cerca del género de horror que del drama histórico.

4.-Filmada en Blanco Negro, y en un formato fotográfico de 35 milímetros, sin los efectos espectaculares de la imagen ancha y panorámica o del cine clásico. Los personajes transcurren entre estos límites, como expresión de su propio encierro. Además está filmada con un foco muy corto, lo cual hace que los sucesos más terribles ocurran en un plano casi inadvertido, borroso y pesadillezco.

5.- Rompe con la épica fílmica de la guerra. Saúl no es un héroe, no le interesa luchar contra los nazis, solamente desea salvarse él mismo. Ha perdido la capacidad para conmoverse con los crímenes que ocurren a su alrededor. Sin embargo, es capaz de arriesgar su vida para darle un entierro apropiado a su hijo, como expresión de la búsqueda de la humanidad en medio del horror.