Por Salvador Cisneros

En el imaginario colectivo, los contadores son percibidos como seres grises con trabajos aburridos: nadie los imaginaría como héroes. Pero en El Contador el director Gavin O’Connor y Ben Affleck logran que el personaje de este thriller de acción resulte interesante y la película funcione, además, haciendo uso de un fino y bien situado sentido del humor.

Christian Wolf (Affleck) es un contador, genio matemático, que padece un autismo funcional. Como también trabaja secretamente con las organizaciones criminales más importantes del mundo para poner orden a sus finanzas, el Departamento de Hacienda quiere descubrir su identidad. En paralelo, tras descifrar una estafa millonaria en una empresa de prótesis robóticas, su vida y la de su también socialmente torpe compañera de trabajo, Danna (Anna Kendrick), son amenazadas.

Gavin, realizador de la bien valuada película de hermanos luchadores Warrior, logra que la historia avance con buen ritmo, generando interrogantes que después serán respuestas satisfactoria y verazmente en el tercer acto, gracias al buen guión de Bill Dubuque; los cabos sueltos no son un error del guión, están ahí para dar pie a una posible segunda entrega (algo muy probable debido a que estrenó en el primer lugar de la taquilla estadounidense, registrando casi 25 millones de dólares en su primer fin de semana).

Otro elemento a favor de la película es que, entre secuencias de acción bien realizadas, el personaje de Affleck gana profundidad y complejidad que hacen que esta película de acción sea en su corazón sobre un hombre con un pasado familiar trágico que quiere conectar emocionalmente, pese a su autismo, y no sobre balazos y a-ver-quién-sale-vivo-al-final.

Se agradece que la cinta cuente con actores de alto calibre histriónico. Incluso aquellos que tienen roles menores (como Jeffrey Tambor y John Lithgow, ambos ganadores del Globo de Oro) hacen que cada escena aumente la tensión narrativa. El resto del elenco está muy bien, sobre todo la dinámica entre Affleck y Kendrick, quienes manejan muy bien los momentos cómicos, así como la interpretación de J.K. Simmons (ganador del Óscar por Whiplash), responsable de dar vida al detective Ray King.

Con esta cinta, Affleck podrá presumirle a su mejor amigo, Matt Damon, que tiene una película similar y al nivel, aunque un tanto más divertida, que las de la saga de Bourne.