Chilango

El Cazarecompensas




Por Josue Corro

¿Por qué?

Esta
crítica no pretende tener tintes ni referencias religiosas, pero… en serio,
¿por qué Dios, Jebús, Buda, Alá, Michael Jordan, dejarían que una cinta de esta
índole se filmara? Quién fue la mente maestra que algún día pensó que una
premisa tan absurda -si la podemos llamar así- podía convertirse en guión.

 Sí, ya sé,
la respuesta es obvia: taquilla. Pero aún así, hay comedias románticas que te dejan un mejor sabor de boca; no como
ésta que sientes que alguien le echó ácido a tus neuronas.
De verdad, cómo
podemos tragarnos la historia de que un caza recompensas (Butler) tiene que
llevar a la cárcel a su ex esposa (Aniston), por no presentarse en un juicio
absurdo. Eeeeen fin, él la comienza a perseguir, la encuentra, hablan, se
odian, se reenamoran, y se vuelven a odiar. Pero para darle un “giro” a la
historia, ambos se involucran en una historia de corrupción policíaca tan
predecible y absurda, como un capítulo de Scooby Doo.

 Pero veamos
los puntos críticos de esta rom-com

 LO BUENO

La química

Más allá de
los rumores acerca de que si Butler y Aniston andan en la vida real… juntos en
pantalla son un combo agradable a la vista, y al autoestima de cada pareja que
vaya al cine a ver este film -nadie
debería ir a ver esta movie solos, con su familia o con amigos. Sólo en pareja-
.
Butler a los hombres nos cae bien por machín, por cerdo, porque no es una
niñata como Jude Law o Matthew McCounaughey; a las chicas, pues les gusta con
su cuerpo fornido. Aniston a nosotros -particularmente no se me hace guapa- nos
gusta hormonalmente hablando, y a las mujeres les cae tan bien que piensan que
puede ser su amiga en la vida real. Ja.

 LO MALO

Actuaciones

Son
pésimas. El acento americano de Butler (escocés) se nota forzado, y  cuando está involucrado en escenas de acción,
parece que el director lo limita y le dice «Gerard… no es 300, quiero que corras con gracia; pelea lentamente y maneja como
si tuvieras un minivan». Aniston sólo
nos da dos gestos durante toda la cinta:

ceja-levantada-incrédula-arrogante. O, ceño-fruncido-puchero-antes-de-llorar.
La ÚNICA que rescata el film es Christine Baranski, la mamá del personaje de Aniston, quien
resulta divertida, ninfómana y con comentarios ácidos que brindan los únicos
momentos jocosos de la cinta.

 Dirección

Oh sí, el
mismo hombre que nos inundó con clichés en Hitch,
ahora regresa con las suyas. Otra vez, él es un hombre cínico, ella una workaholic
-periodista la ÚNICA profesión en las malas comedias románticas-. Pero el en
fondo ambos quieren un poco de amor. Las
escenas carecen de ritmo
porque son muy largas, o en el peor de los casos
(como la secuencia en el club campestre), tratan de ser graciosas y sólo
sientes la necesidad de llevar tu mano a la frente y volver a preguntar… por
qué.

Sentido común

Nunca se
aclara: a) por qué se divorcian; b) por qué ella iría a la cárcel por algo tan
idiota -spoiler que no diremos-, c) por qué hay policías sin chalecos anti
balas: d) cómo alguien puede lucir tan
esplendoroso sin bañarse durante días;
e) cómo pueden conducir por
hoooooras, sin que la luz del día cambie, ni las tiendas permanezcan cerradas;
f) en serio, alguien en cualquier oficina se vestiría tan, digamos,
provocativamente como Jennifer Aniston; g) no sé si alguien pueda correr tan
rápido con tacones de aguja… y así puedo acabarme todo el alfabeto.

 

LO FEO

Guión

Es
inconsistente y los personajes nunca se desarrollan; es decir, de un minuto a
otro con palabritas dulces y cursis se vuelven a enamorar, pero instantes
después, son enemigos. Además, la trama policíaca es tan innecesaria, y al
mismo tiempo, es lo que le da un sentido a que se desarrollen situaciones
absurdas en la historia. Bueno, y ni
hablar de los diálogos que son tan infantiles y aburridos
-como el de la
pistola, el de las charlas por teléfono, o todos los que se avienta Stewart, un
personaje secundario muy castroso-, que es preferible leer un libro de amor de
Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

 

VEREDICTO

Vela sólo
si crees que tu cita, aceptara tener contacto físico contigo. No puede haber
otra razón para querer ver este film.