Por Jaime Azrad @_azrad

Este año es uno de homenajes; grandes directores se han avocado a rendir tributo a la magia del cine y narrar pedazos claves de su historia. Hace unas semanas nos sorprendimos con La invención de Hugo Cabret,en la que Martin Scorsese enaltece los principios del cine de ficción y recrea los primeros pasos de la industria que hoy es entretenimiento y arte para el mundo entero.

Ahora es el turno de El artista, una cinta que reta a todos. El realizador y suespectador se encuentran en un proceso artesanal de expresión y entendimiento al que nuestras generaciones no están acostumbradas. El film deMichel Hazanavicius se las arregla para transformar las salas de proyección, equipadas con tecnología del siglo XXI, en los enormes y bellos teatros en que se proyectaba el cine en la década de 1920. Y es que se arriesga a todo: El artistaes una película muda y a blanco y negro.

Centrándose en la era en la que el cine mudo llega a su fin, la cinta cuenta la historia de dos actores que encuentran sus carreras y su relación influidos por la llegada del cine sonoro. La popular estrella de la pantalla George Valentin (Jean Dujardin) se resiste a la transición, pero la bella Peppy Miller (Bérénice Bejo)encarna la modernidad que está dejando atrás a Valentin.

Como público estamos acostumbrados a percibir y comprender una historia a través de imágenes y palabras, pero no siempre fue así; el mundo del cine ha sufrido cambios radicales, y cada uno representó una amenaza para el purista, el defensor del arte original y el conservador. Hoy, en retrospectiva, El artista nos da una perspectiva histórica en medio de una comedia perfectamente bien estructurada y una narrativa de primer nivel.

Para muchos podrá sonar tedioso sentarse en la butaca para ver una película muda, pero ningún amante del cine puede darse el lujo de perderse esta cinta, pues reúne todos los aspectos que enamoran del séptimo arte para colocarlos en escenas altamente expresivas, llenas de emotividad y nostalgia por la sencillez del ayer.

Sin duda alguna, merecedora de cada uno de los premios de la que se ha hecho acreedora, El artista quedará en la historia inscrita como un gran homenaje al medio audiovisual más antiguo del mundo. Con actuaciones excepcionales, un guión impecable y música atinada en cada momento, es nuestra favorita para llevarse el Oscar.