Por Jaime Azrad @_azrad

El existencialismo cinematográfico llega a todo lo que da en El árbol de la vida, de Terrence Malick, el director estadounidense que ni se presentó en la ceremonia de premiación del Festival de Cannes este año, en la que su película se hizo acreedora de la codiciada Palma de Oro.

Con sólo cinco películas en más de 30 años, el director puede sentirse más que satisfecho con su trabajo, pues con esta cinta recalca su calidad creativa y su distinguida narrativa en una historia sobre el duelo, el amor y las diferentes perspectivas hacia la vida.

El filme se sitúa en la década de los 50 y narra la historia de una familia que pierde a un hijo en la guerra de Corea (aunque nunca precisa que fue en dicha guerra). Con gran sensibilidad, Malick reconstruye los momentos familiares, cotidianos y determinantes, de la educación de los hijos por un rígido padre militar y una madre cariñosa y permisiva.

Brad Pitt y Sean Penn confirman su talento representando arquetipos universales que, limitados por su realidad y por los convencionalismos sociales, no encuentran la forma para desarrollarse plenamente. La que se lleva los grandes aplausos en definitiva es Jessica Chastain, un nuevo talento en Hollywood que sin duda promete grandes interpretaciones. La veremos pronto en Al filo de la mentira para comprobarlo.

El aclamado filme ha dividido opiniones, pero su éxito se debe más que a eso: cuenta una historia universal, reflexiva y sumergible en cualquier cultura. Plantea la vida desde diferentes perspectivas (edad, enfermedad, muerte…), y representa magistralmente los efectos de la guerra –interna y externa– en los individuos que deben sobrellevarla.

El sello de Malick está presente: el tema y el estilo son característicos de su trabajo. La película es dinámica, natural, alude al existencialismo y, a través de personajes representativos de las corrientes de pensamiento más importantes, desarrolla las cadenas que relacionan a unos con otros.

De culto o mainstream, El árbol de la vida es digna del reconocimiento recibido y más.